Porque por gracia sois salvos por medio de Ia fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se glorÃe. (Efesios 2:8-9)Nuestra respuesta en la salvación es Ia fe, pero ni siquiera esto es de nosotros, pues es don de Dios. La fe no es algo que ejercemos en nuestro propio poder o con nuestros propios recursos. En primer Iugar, no tenemos poder ni recursos adecuados para ello. Además de esto, Dios preferirÃa que no confiásemos en tales cosas aun si las tuviéramos. De otro modo la salvación serÃa en parte por nuestras propias obras; y tendrÃamos alguna razón para jactarnos de nosotros mismos. Pablo se propone hacer énfasis en que hasta la fe es ajena para nosotros mientras no nos sea dada por Dios. . . .