ââEl que es injusto, sea injusto todavÃa; y el que es inmundo, sea inmundo todavÃa; y el que es justo, practique Ia justicia todavÃa; y el que es santo, santifÃquese todavÃaââ (Apocalipsis 22:11).La próxima declaración del ángel parece extrañamente fuera de lugar en este contexto: El que es injusto, sea injusto todavÃa; y el que es inmundo, sea inmundo todavÃa; y el que es justo, practique Ia justicia todavÃa; y el que es santo, santifÃquese todavÃa. Algunos pudieran pensar que la conexión de este pasaje con el mandamiento que le precede no es apreciable de inmediato. Pero Ia verdad que comunica es que la respuesta de las personas a la proclamación de la verdad, determinará su destino eterno. Quien oye Ia verdad pero sigue siendo injusto e inmundo, determinará por su endurecida respuesta su destino eterno en el infierno. Por otra parte, el que sigue practicando Ia justicia y sigue siendo santo, da testimonio de la genuina fe salvadora. El adverbio eti (todavÃa) pudiera tener el sentido de "aún más". En ese caso, el sentido es que quienes son injustos e inmundos en esta vida, lo serán aún más en el infierno eterno, donde no habrá ninguna influencia positiva para mitigar su maldad. Por el contrario, quienes son justos y santos en esta vida, serán perfectamente santos en el cielo con sus cuerpos glorificados. . . .