ââA quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidosââ (Juan 20:23).Como parte de su testimonio sobre Ãl, los discÃpulos tienen la autoridad que Ãl delegó en ellos. Jesús les dijo: âA quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidosâ. Los católicos han interpretado mal este versÃculo para decir que la autoridad de los apóstoles para perdonar pecados ha pasado a la Iglesia Católica Romana. Pero las Escrituras enseñan que solamente Dios puede perdonar pecados (Mr. 2:7; Cp. Dn. 9:9). El Nuevo Testamento no refleja ninguna instancia en que los apóstoles (u otras personas) absolvieran a las personas de sus pecados. Más aún, esta promesa no fue exclusiva para los apóstoles, pues habÃa otros presentes (Lc. 24:33). En realidad, lo que Cristo estaba diciendo era que cualquier cristiano puede declarar que a quienes se arrepientan genuinamente y crean en el Evangelio, Dios les perdonará los pecados. Por otro lado, pueden advertir que quienes rechazan a Jesucristo morirán en sus pecados (8:24; He. 10:26-27). . . .